Paz digna en Ucrania
Hace unos años, un poco antes del comienzo de la guerra, comiendo en casa de un colega me llevé una desagradable sorpresa. Su mujer, rusa, en un momento de la conversación defendió a Putin, alegando: “¡Nos ha devuelto el orgullo de ser imperio!”. Me quedé de piedra, lo tengo grabado. Para mí fue un aviso de lo que una parte de los rusos pensaban y planeaban: la invasión de Ucrania, por desgracia, me confirmó ese temor.
Ucrania lleva tres años de sufrimiento máximo por la invasión rusa. Ahora que se están iniciando negociaciones de una posible paz es decisivo situarnos en la clave real de quién está sufriendo de verdad, y es Ucrania, con decenas de miles de muertos, un país destrozado, millones de ucranianos en el extranjero, una parte de su superficie tomada militarmente por Rusia.