Recuerdos navideños
Suelo comentar con satisfacción las Navidades que pasé en Calamocha. Hay que reconocer que hacía más frío y nevaba más. Había un calor religioso y familiar que es imposible olvidar, y no digamos en familias numerosas como la mía. Reconozco que, al escribir estas líneas, disfruto con estos recuerdos, con la ilusión de ayudar a recordar a miles de familias turolenses y que sirvan de estímulo en algo a los más jóvenes.
Si nos esmeramos en conservar ese original y auténtico espíritu religioso y familiar de la Navidad, nos servirá ahora, y no reducirla a viajes, comidas y regalos, que incluso puede conducir a desear que pase pronto la Navidad.
Años 60. La Navidad era el momento más entrañable y esperado por los diez, mis padres y mis hermanos. No lo escribo con nostalgia, sino como recuerdo que es un tesoro. Las personas somos, también, lo que hemos vivido, la historia que tenemos, para bien y para mal, aunque casi siempre es posible rectificar las herencias negativas.