Hace ya años que, con frecuencia, hablando con personas que viven fuera de la Comunidad Valenciana o que pasan sus vacaciones aquí, me comentan que les parece obvio que hay que hacer las obras y mejoras necesarias, porque aquí hay gotas frías o DANA cada año, y los mismos túneles y barrancos dan problemas. Dicho de otra manera: que hemos de invertir más en obras antirriadas.
Probablemente ninguno de nosotros sabe a ciencia cierta de quién son competencia esas obras. Seguro que hay de todo: competencias estatales, autonómicas, municipales y hasta de urbanizaciones. En medio de este caos –al menos a ojos ciudadanos-, estamos sufriendo las consecuencias de una DANA. Es como si nos acostumbráramos a un estado de “alerta permanente”, ni amarilla, naranja o roja, porque las alertas se deciden con escasa precisión, se suspenden clases, se cierran parques y jardines, y AEMET no está acertando mucho en sus previsiones. Pero como pasó lo que pasó el 29-O, todo parece justificado, salvo invertir en obras antirriada y mejorar barrancos.
La portavoz de Agua del PP en Les Corts, María Gómez, ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez que se ejecuten “de manera urgente y prioritaria” las obras antirriadas y limpieza de cauces, para que no estemos en vilo cada vez que hay lluvias fuertes.
María Gómez ha afirmado que las infraestructuras antirriadas y obras hidráulicas, así como la limpieza de barrancos y vigilancia de cauces, es competencia exclusiva de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que en definitiva es una competencia del Gobierno de España.
Ha acusado a la CHJ de no haber implantado todavía el plan de emergencia en 26 de sus 27 presas, entre otras dejaciones. ¡Y que no se permite a los municipios, dentro de su casco urbano, que hagan la limpieza de los cauces!
No me consta que haya habido precisiones ni rectificaciones a lo dicho por María Gómez. Es escandalosa la dejadez, la imprevisión y el incumplimiento de competencias. A mí me parece que algo tendríamos que hacer los ciudadanos: alguna manifestación por ejemplo, porque parece que solamente se concibe para pedir la dimisión de Carlos Mazón, cada mes. En medio del caos y el barro, crece la irresponsabilidad. O recoger firmas por las obras que no se ejecuten, o ante Delegación del Gobierno en Valencia, o Subdelegaciones en Castellón y Alicante. Exijamos con claridad, y sin dejarlo todo a intereses de partidos políticos. Que las obras antirriadas nos unan a los no-sectarios.
Imagen Xataka
Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
Escribe, también, en su web personal.