Religiosidad popular
Ya en Semana Santa, pueblos y ciudades se vuelcan en la Semana Santa, con una religiosidad popular que es llamativa. Todavía más llamativa en una sociedad como la española en que sigue disminuyendo la práctica religiosa de modo evidente, pero la Semana Santa continúa creciendo en arraigo y participación en las diversas procesiones. Es interesante reflexionar sobre este asunto. Disminuye la práctica religiosa, pero aumenta el fervor popular en estos días centrales para un católico, y me parece que es arriesgado simplificar la respuesta. Hay quienes piensan que es una contradicción no practicar la fe y, a la vez, sumarse con fervor real y visible a procesiones.