Un cuento chino
Por casualidad, haciendo zapping, estuve viendo un programa de TV que me dejó pensativa y un poco triste. Tras un examen del contenido y el conocimiento de la audiencia, una conclusión obvia es que lo sentimental tiene un fuerte tirón. Hasta el punto de que no requiere que la producción tenga calidad para tener audiencia.
La fuerte carga sentimental resulta así una mina de oro para cadenas de televisión, que pueden cuadrar sus cuentas y sacar beneficios con programas de bajo coste y buena audiencia. Al igual que los espectadores, yo creo que las cadenas también son conscientes de la escasa calidad de este tipo de programas, pero, paralelamente a los espectadores, su respuesta es que enganchan y atraen bastante audiencia. Buena parte del mecanismo generador de lo que se denomina “telebasura” está aquí.

La profanación eucarística en la iglesia de Caudiel, hace tres días, es ya la tercera que sufre la diócesis en 8 meses. Antes, en Teresa – mayo pasado – y en Vila-real, en la Basílica de San Pascual Bailón, el pasado mes de julio. Sólo una de ellas es motivo de dolor y rechazo, para creyentes y no creyentes, pero es que se trata de tres en pocos meses.