Desconectar
La situación del lector de estas líneas, en el mes de vacaciones por excelencia, seguro que es muy variada. Sin embargo, la palabra vacaciones trae consigo otra casi automáticamente, que es “desconectar”.
Expresando la sensación de algunos, un amigo me decía ayer: “¿hay algún desgraciado, aparte de mí, trabajando en agosto?”. Las vacías calles de Castellón son una clara muestra. Puede suceder que alguno coja vacaciones en otro momento, pero si puede se abona a agosto, o al menos una quincena de agosto y otra de julio o septiembre.