La portavoz del Gobierno catalán, Elsa Artadi, calificó de “anecdótico” el puñetazo a una mujer por retirar lazos amarillos, y negó que haya violencia en la calle. La mujer va a denunciar la agresión, no lo considera anecdótico. Ya se ve que el lenguaje pretende envolver realidades con ropaje distinto.
Anecdótico es algo accesorio, circunstancial. Un puñetazo de ese estilo más bien tiene todo el aspecto de constituir un delito de lesiones, y seguro que ningún ciudadano, ningún abogado, ningún juez, nadie que no sea Artadi o quien comparta sus ideas de negar la violencia, comparta el calificativo de anecdótico. Una agresión es algo grave.
Casualmente, mientras escribo estas líneas, llega la noticia de que la Policía Nacional ha detenido al agresor de la mujer, por un delito de odio y otro de lesiones, tras la denuncia de la mujer. Lo que para Artadi es anecdótico, para la denunciante y para la Policía Nacional es constitutivo de dos delitos.