Ciudadanos en su laberinto
Ciudadanos sigue insistiendo: Cifuentes debe dimitir. No parece que vaya a dimitir y no creo que Ciudadanos entregue la Comunidad de Madrid al PSOE, por lo que hay que estar atentos a cómo justifica que Cifuentes siga.
Hay un sector de la población, nada desdeñable por lo que me llega, que ve exagerado el jaleo” a raíz del máster de Cifuentes. No les parece que la exigencia de Ciudadanos tenga mucho sentido, cuando se está juzgando a dos expresidentes de Andalucía por más de 800 millones de euros de fraude en en los EREs, y de lo que acaban de decir de que “no sabían nada”. Y otras cuestiones que preocupan, y mucho, son las pensiones, Cataluña, el paro. Al lado de todo ello, afirman que un máster no tiene entidad para ocupar tanto tiempo a gobernantes, políticos y medios de comunicación.

 Cualquier espectador medianamente reflexivo de la sociedad actual no puede menos que experimentar un gran desconcierto –¿a dónde vamos a llegar?, decimos– ante ciertos comportamientos que indican que se ha perdido el sentido del límite en casi todo, pero muy especialmente en la dimensión moral. Nuestra sociedad se asienta sobre una gran contradicción: por una parte, en materias económicas y sociales, cada vez existe más control administrativo, más leyes, más disposiciones que limitan la libertad de actuación de los individuos y de los grupos; y por otra parte, en el orden de los comportamientos éticos, el talante pluralista y las leyes ultra liberales han abierto las puertas de la total permisividad sin apenas establecer límites, en una especie de reino de libertad gratuita en el que cada uno puede hacer lo que quiera.
Cualquier espectador medianamente reflexivo de la sociedad actual no puede menos que experimentar un gran desconcierto –¿a dónde vamos a llegar?, decimos– ante ciertos comportamientos que indican que se ha perdido el sentido del límite en casi todo, pero muy especialmente en la dimensión moral. Nuestra sociedad se asienta sobre una gran contradicción: por una parte, en materias económicas y sociales, cada vez existe más control administrativo, más leyes, más disposiciones que limitan la libertad de actuación de los individuos y de los grupos; y por otra parte, en el orden de los comportamientos éticos, el talante pluralista y las leyes ultra liberales han abierto las puertas de la total permisividad sin apenas establecer límites, en una especie de reino de libertad gratuita en el que cada uno puede hacer lo que quiera. El lunes se presentó la nueva Exhortación Apostólica del Papa Francisco, “Gaudete y exultate”, fechada el 19 de marzo pasado. Son, como es habitual, las primeras palabras del texto, que le dan el título: “Alegraos y regocijaos”. Pero es que las dos Exhortaciones Apostólicas anteriores del Papa también llevan en su título la palabra “alegría”: la “Evangelii gaudium”, de 2013, y “Amoris laetitia”, de 2016. Tres importantes documentos del Papa actual, en seis años de pontificado, y que las tres llevan en su título la alegría, por lo que ya se ha ganado el calificativo que destaco, de “el Papa de la alegría”. Y todos coincidimos que hace falta: abunda la tristeza hoy en día. Destacar algo no es excluir otras ideas o virtudes, ni tampoco entrar en comparaciones con otros Pontífices.
El lunes se presentó la nueva Exhortación Apostólica del Papa Francisco, “Gaudete y exultate”, fechada el 19 de marzo pasado. Son, como es habitual, las primeras palabras del texto, que le dan el título: “Alegraos y regocijaos”. Pero es que las dos Exhortaciones Apostólicas anteriores del Papa también llevan en su título la palabra “alegría”: la “Evangelii gaudium”, de 2013, y “Amoris laetitia”, de 2016. Tres importantes documentos del Papa actual, en seis años de pontificado, y que las tres llevan en su título la alegría, por lo que ya se ha ganado el calificativo que destaco, de “el Papa de la alegría”. Y todos coincidimos que hace falta: abunda la tristeza hoy en día. Destacar algo no es excluir otras ideas o virtudes, ni tampoco entrar en comparaciones con otros Pontífices.