Paripé
El día 4 de mayo, se ofició el paripé de la denominada autodisolución de la banda asesina ETA. Y, efectivamente, se trata de una autodisolución, consecuencia, en parte, de una derrota policial, a pesar de los políticos, y, en parte, de una táctica marxista-leninista, conocida como el vals de Lenin, que se concreta en avanzar dos pasos y retroceder uno, de modo que 2-1=1.
La ETA, en mi modesta opinión, no ha sido vencida. Y esta afirmación es lo que voy a tratar de argumentar.
Los etarras, como buenos marxista-leninistas, es decir, estalinistas, se guían por el principio de la correlación de fuerzas, en virtud del cual, a ellos se les da un ardite los pactos y acuerdos que, en cada momento, hayan podido establecer, a los cuales sólo les serán fieles si les conviene o si, en función de su fuerza en cada momento, no tienen más remedio que plegarse a lo pactado. Pero, si las circunstancias les son favorables, no tendrán el menor inconveniente en olvidarse de la palabra dada.


El Corte Inglés de Castellón repitió este año la iniciativa de una lectura continuada, a lo largo de todo el día, el pasado lunes, en que celebramos el Día del Libro. Yo fui uno más de los 120 que leímos desde las 10 de la mañana, en turnos bien organizados por Pablo Sebastià, “El principito”, de Antoine de Saint Exupéry. Entre los más de un centenar de lectores estaba toda la sociedad castellonense –autoridades, periodistas, empresarios, escritores, artistas, políticos, etcétera-, y pienso que es una iniciativa positiva de respaldo generalizado a cuanto suponga incentivar la lectura, objetivo que siempre ha sido encomiable, y desde luego también en la actualidad.