Opinión

Las contradicciones de nuestra época

Desde la caída del marxismo y el triunfo de la ideología liberal y democrática, nuestra sociedad –la llamada sociedad postmoderna– presenta una fisonomía que no resulta fácil definir ni asimilar porque es contradictoria, y es esa falta de coherencia una de las causas del profundo desconcierto ideológico y moral que hoy estamos padeciendo. Porque no son las contradicciones inherentes al progreso las que nos desconciertan, sino las contradicciones en las ideas, en la visión que se tiene de la vida, porque indican que esa visión se encuentra profundamente alterada, sin lógica en sus principios y sin un horizonte claro hacia el que caminar. El cambio experimentado ha sido verdaderamente histórico: si hace unas décadas se podía hablar de algunas creencias y seguridades firmes con una cierta coherencia en la visión de las cosas, hoy estamos inmersos en un caos ideológico en el que todo pensamiento contradictorio es posible, sin que la falta de lógica y de racionalidad en lo que se dice y se piensa nos cause, al parecer, preocupación ética o filosófica alguna. 

Nervios en el PP

La encuesta del CIS ha aumentado los nervios en el PP. Todos reconocen que las encuestas marcan tendencias, y hay pánico a saber la siguiente encuesta.

La encuesta se dio a conocer al martes, y el PP sigue su hundimiento, en beneficio de Ciudadanos, que es algo que se viene repitiendo sobre todo desde las elecciones en Cataluña. La mínima distancia entre ambos partidos, además, se agrava con lo que el propio CIS subraya, acerca de que hay un 2% de error, margen que puede significar que ya ahora Ciudadanos puede ser el primer partido político.

Además, las anteriores encuestas de otros medios u organismos daban ya como partido más votado, en estos momentos, a Ciudadanos. El hecho de que la encuesta del CIS mantenga todavía al PP en primera posición, teniendo en cuenta las anteriores encuestas o sondeos mencionados, lleva a pensar que –aun respetando la profesionalidad del CIS y de las demás encuestas– el “factor cocina” puede haber beneficiado al PP.

Derechos y deberes

“Todo derecho que no lleve consigo un deber, no merece que se luche para defenderlo” (Mahatma GANDHI)

DEBERES I. –

Después de varios años de reflexionar y escribir sobre los Derechos del ser humano ha llegado el momento de hacer lo mismo con los Deberes. El olvido o debilitamiento de ellos nos hace pensar que su ausencia o escasez en el hombre, respecto a sus semejantes, son una de las principales causas que generan problemas y exclusiones, injusticias y desigualdades en el mundo actual. Su aplicación e incumplimiento son una escandalosa realidad que dejan a los seres humanos sin esperanzas de compartir sus verdaderos y necesarios Derechos- Deberes para solucionar los graves problemas presentes y futuros de convivencia. 

Adoctrinamiento escolar

Es evidente que en las aulas valencianas se está llevando a cabo un adoctrinamiento lingüístico, ideológico, cultural e histórico, y eso es algo muy grave. No es un asunto de trifulcas entre partidos políticos, que lógicamente han de intervenir en el debate, sino sobre todo de los padres, que son quienes deben elegir con libertad si sus hijos estudian en valenciano o castellano, recibiendo en todo caso sus hijos una enseñanza de calidad a todos los niveles, que respete las ideas, el idioma y una historia ajustada a la realidad, no deformada por intereses partidistas de adoctrinamiento. Soy aragonés, y cuando oigo que se habla de la “corona catalana-aragonesa” me chirrían los oídos, porque lo que existió fue la Corona de Aragón.

Oportunidad para Rajoy en Valencia

Si Rajoy decide recurrir la ley valenciana que impone el valenciano a partir del curso 18/19, ganará credibilidad, firmeza y votos.

En la Comunidad Valenciana se está viviendo una auténtica batalla educativa, que enarbola Compromís, con el apoyo de socialistas y Podemos. A toda costa, quieren imponer el valenciano en la educación, pese a las continuadas protestas de los ciudadanos, recursos judiciales de diversas entidades y varapalos repetidos de la Justicia. Sin embargo, la ley 4/18, de febrero pasado, que incluye de nuevo la imposición del valenciano, no pueden recurrirla ni particulares ni asociaciones: sólo pueden presentar recurso de inconstitucionalidad 50 diputados o senadores, el Defensor del Pueblo o el presidente del Gobierno.

Ciberespionaje, influencia política y desinformación (I)

 

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En estos días en que tanto se habla de la hipotética injerencia de ciertos países en procesos electorales o en tensos contextos políticos, es frecuente oír o leer comentarios, algunos efectuados con pretendida autoridad y acusada rotundidad, sobre la procedencia e intencionalidad de las acciones de ciberespionaje o las presuntas operaciones de desinformación. Puesto que es prácticamente imposible llegar al fondo de estas cuestiones con un mínimo de solvencia, cabe plantearse el porqué de esas manifestaciones que acusan a países u organizaciones de una forma tan radical cuando la duda razonable debería ser la tónica de cualquier analista experimentado, independiente e imparcial.

Rajoy contra Marzá

La presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, declaró el sábado pasado que “hará todo lo posible” para que el Gobierno presente recurso de inconstitucionalidad contra la ley valenciana de plurilingüismo (4/18). No es una ley de plurilingüismo, sino de imposición injusta y escandalosa del valenciano, en contra del derecho de los padres a elegir lengua vehicular para la educación de sus hijos, el castellano o el valenciano, ambas cooficiales. La Ley 4/18 recoge la imposición del valenciano del decreto 9/17 y la Ley 3/17, estas dos últimas tumbadas por los tribunales: pero Marzà se está saliendo con la suya, aplicando normas que sabe que luego tumbarán los tribunales. Urge parar esta nueva Ley injusta.

La despoblación como arma electoral

Rajoy anunció el pasado 14 de abril una inversión de 100 millones para la España rural. Ha hecho sus cálculos electorales y la España despoblada le puede servir de “granero” de votos y escaños, frente a un bisoño partido como Ciudadanos que no ha llegado todavía a calar en las zonas rurales.

El aparente “repentino” interés del presidente del Gobierno por la despoblación es una apuesta para las elecciones autonómicas y municipales de 2019, y las generales de 2020. Ciudadanos va comiendo terreno, según las encuestas, y según las encuestas ha reaccionado Rajoy, que es un buen jugador de ajedrez.

Todos los políticos relativizan las encuestas en público, pero toman buena nota en privado y actúan en consecuencia. Como las encuestas o sondeos marcan tendencias, esos datos marcan la agenda política. Para los ciudadanos, están lejanas las elecciones autonómicas y municipales –y no digamos las generales-, pero los políticos ya están de lleno en campaña.

Día del Libro

1El Corte Inglés de Castellón repitió este año la iniciativa de una lectura continuada, a lo largo de todo el día, el pasado lunes, en que celebramos el Día del Libro. Yo fui uno más de los 120 que leímos desde las 10 de la mañana, en turnos bien organizados por Pablo Sebastià, “El principito”, de Antoine de Saint Exupéry. Entre los más de un centenar de lectores estaba toda la sociedad castellonense –autoridades, periodistas, empresarios, escritores, artistas, políticos, etcétera-, y pienso que es una iniciativa positiva de respaldo generalizado a cuanto suponga incentivar la lectura, objetivo que siempre ha sido encomiable, y desde luego también en la actualidad.

Ciudadanos en su laberinto

Ciudadanos sigue insistiendo: Cifuentes debe dimitir. No parece que vaya a dimitir y no creo que Ciudadanos entregue la Comunidad de Madrid al PSOE, por lo que hay que estar atentos a cómo justifica que Cifuentes siga.

Hay un sector de la población, nada desdeñable por lo que me llega, que ve exagerado el jaleo” a raíz del máster de Cifuentes. No les parece que la exigencia de Ciudadanos tenga mucho sentido, cuando se está juzgando a dos expresidentes de Andalucía por más de 800 millones de euros de fraude en en los EREs, y de lo que acaban de decir de que “no sabían nada”. Y otras cuestiones que preocupan, y mucho, son las pensiones, Cataluña, el paro. Al lado de todo ello, afirman que un máster no tiene entidad para ocupar tanto tiempo a gobernantes, políticos y medios de comunicación.

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