Opinión

Geopolítica de la diplomacia: de la clásica a la digital (y IV)

Diplomacia digital

Si bien las principales finalidades de la diplomacia, tales como representar, establecer negociaciones y garantizar los intereses específicos de su país siguen siendo plenamente vigentes, lo que está cambiando es la forma de conseguir dichos objetivos.

La tecnología de las comunicaciones, el amplio mundo del ciberespacio, la masiva difusión de internet y el creciente uso en todo el mundo de las redes sociales, servicios de mensajería instantánea y otras plataformas digitales, ofrecen un espectro novedoso pero tremendamente importante para seguir satisfaciendo los fines propios de la diplomacia tradicional.

Y aquí es donde entra en juego la llamada «diplomacia digital», que de un modo muy conciso se podría definir como alcanzar los fines clásicos de la diplomacia mediante el uso adecuado del ciberespacio, especialmente de las redes sociales. Dicho de otro modo, también podría definirse como el empleo de sistemas, medios y procedimientos digitales con la finalidad de conseguir objetivos diplomáticos.

Arde la concertada

El Gobierno ha encendido la mecha de un incendio cuyas proporciones no ha valorado suficientemente, anunciando que quiere cambiar la LOMCE para que la enseñanza concertada quede como complementaria, relegar la asignatura de Religión como no evaluable y acabar con los conciertos a los centros de educación diferenciada.

Deberían haber estudiado con calma esta cuestión, que atenta contra la Constitución, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, y contra una parte muy importante de la sociedad. Algunos líderes socialistas admiten en privado que no están en contra de la enseñanza concertada –de hecho, llevan a sus hijos a centros concertados-, sino sólo de una parte, y con claridad delimitan esa “parte”: los centros de instituciones religiosas y los de educación diferenciada.

En el cul (accentual) a l'aire

L’Institut d’Estudis Catalans –IEC–, la verdadera i unica autoritat normativa del catala i del ‘valencià’, fa algun temps decidi simplificar l’accentuacio diacritica (ho aprovà el 24-10-16 i entrà en vigor en 2017) perque, conforme passaven els anys, des de 1913, se’ls anaven amontonant. I lo que nomes era un grupet de paraules –una trentena a primeries– s’ana eixamplant i fent-se un ‘monstruo’ idiomatic dificil de manejar per un usuari corrent de catala –i de ‘valencià’–. Si no recorde mal, pareix que la quantitat havia aplegat als 400 o 500 termens entre simples, plurals, composts i derivats. Com dia, en bona llei, els que poden determinaren reduir-los drasticament, quasi exterminar-los, perque nomes se’n salvaren 15 de la cremada.

¿I aço qué m’importa a mi?, ¿qué nos importa als usuaris de les Normes del Puig –primitives o derivades, pero no actualisades–? (per comoditat abreviare en NdPp). Realment no res.

Geopolítica de la diplomacia: de la clásica a la digital (III)

La nueva diplomacia de la era digital. Diplomacia pública

La diplomacia pública consiste en emplear los medios de comunicación adecuados para difundir noticias e información que permitan explicar la política exterior de un país a gobiernos extranjeros y poblaciones objetivo, con el propósito de conseguir e incrementar el apoyo a las políticas estatales propias. También se podría definir, de forma resumida, como las diversas acciones tendentes a influir en audiencias foráneas mediante un contacto directo con la población a través de los medios sociales, con la finalidad de conseguir un clima social y político favorable a los intereses específicos de un país.

La actitud del cristiano ante los hombres

El cristiano que se ha decidido a emprender los caminos del Evangelio se enfrenta a muchos problemas, ciertamente, pero uno de particular importancia es saber qué actitud debe asumir ante los hombres, sus hermanos, según el espíritu del mismo Evangelio. Porque la orientación de su vida le singularice de modo muy especial, el cristiano ni puede ni debe ser el creyente aislado y solitario, sino el creyente en medio del mundo de los hombres, vinculado continuamente a una realidad ineludible en la que ha de vivir su fe. El problema se plantea, justamente, en armonizar dos exigencias que parecen contrapuestas. En cuanto creyente, la fe que profesa le hace ser, lo quiera o no, distinto de los demás hombres; pero, ¿qué actitud debe asumir para que esa singularidad no le lleve a un distanciamiento de los hombres? Y en cuanto hombre, el cristiano vive, piensa y actúa con los demás hombres; pero, ¿qué orientación debe seguir para que lo humano nunca llegue a desvirtuar las exigencias radicales de su fe?

Geopolítica de la diplomacia:de la clásica a la digital (II)

La diplomacia coercitiva

«Se puede hacer mucho con la diplomacia, pero desde luego se puede hacer mucho más si la diplomacia está respaldada por la imparcialidad y la fuerza».

Kofi Annan. Ex secretario general de Naciones Unidas.

Es opinión generalizada que para que la diplomacia puede ejercer con eficacia su función básica de conseguir ventajas para su país, es imprescindible que cuente con el respaldo de una fuerza, de un instrumento coercitivo, cuya mera amenaza, por distante que sea y por nula que sea su mención directa durante las negociaciones, le dé credibilidad, prestigio y poder de convencimiento.

Los prejuicios anticatólicos

En sus relaciones con el mundo moderno, la Iglesia Católica tiene muy asumido que su imagen siempre estará deformada por inveterados e inamovibles prejuicios, uno de los signos de identidad del progresismo y de ciertos sectores sociales anticlericales. El prejuicio anticatólico, sobre todo en algunos países como el nuestro, es más una actitud que una idea, ya que tiene todas las características de constante histórica que nunca cambia, independientemente de lo que la Iglesia haga o deje de hacer. Es un hecho sociológico: para infinidad de gente que sólo conoce a la Iglesia desde fuera y se hace eco de los que dominan la opinión pública, “católico” es sinónimo de cavernícola, oscurantista, opresor o cosas parecidas, sin tomarse la molestia de conocer lo que con tanta ignorancia critican.

Geopolítica de la diplomacia: de la clásica a la digital (I)

Resumen:

A lo largo de los siglos, la diplomacia ha sido uno de los elementos fundamentales con los que los Estados han ejercido su poder. En la mayoría de los casos, disponer de un buen servicio diplomático ha sido esencial para incluso la supervivencia de las naciones. Los errores del mundo diplomático han llegado a desembocar en conflictos armados. Actualmente, en el mundo tan sumamente complejo que vivimos, la diplomacia renueva su importancia geopolítica, teniendo que adaptarse a las tecnologías de las era digital. El país que se quede atrás en este campo debe ser consciente del riesgo en que pone a sus ciudadanos.

Palabras clave:

Diplomacia, diplomacia digital, diplomacia pública, era digital, inteligencia, geopolítica.

Keywords:

Digital era, digital diplomacy, diplomacy, intelligence, geopolítics, public diplomacy.

Introducción

«La diplomacia es el arte de conseguir que los demás hagan con gusto lo que uno desea que hagan».

Dale Carnegie, escritor estadounidense.

Memoria Histórica

De nuevo malabarismos de Susana Díaz, ahora sobre la Memoria Histórica, alegando que es partidaria, pero pide una Memoria Histórica “que no mire hacia atrás”, y que las normas no deben servir “ni para confrontar ni para enfrentar”, poniendo como ejemplo las normas andaluzas y justo cuando el PSOE quiere sacar los restos de Franco de la basílica del Valle de los Caídos. Unas palabras de la líder andaluza que pretenden distanciarse de Pedro Sánchez, a la vez con habilidad para cortejar a los que propugnan una vuelta hacia atrás de modo permanente. No es una cuestión prioritaria para los españoles, pero para ciertos sectores políticos sí lo es. En los gobiernos de Felipe González –y eso que estaba más reciente Franco– no se prestó ninguna atención a estas cuestiones ni la sociedad lo pedía. Ahora la sociedad no lo pide, pero ciertos políticos están empeñados. Sospechoso: gato encerrado.

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