LA MENTIRA
En la vida social existe la práctica de la mentira de forma frecuente. Aun cuando los científicos no se ponen muy de acuerdo parece ser que la media de mentiras diarias por persona oscila entre dos y veinte, lo que significa entre 60 y 600 al mes y calculen ustedes cuantas mentiras se acumulan al año.
Es evidente que mentir está mal. En la religión católica está contemplada en el octavo mandamiento de la ley de Dios. Por supuesto, hay mentiras graves y leves o piadosas que tienen una intención bondadosa, como cuando llamamos guapa a una niña no agraciada.
En la vida social, una persona que siempre dijera la verdad podría meterse en constantes embrollos y podría considerarse como poco flexible y nada diplomático. Mentir constantemente, por el contrario, crea una personalidad poco fiable pues ya se sabe que "se pilla antes a un mentiroso que a un cojo".