Historia

LOS SEGUNDONES en LA HISTORIA (I)

La historia de España está plagada de hechos extraordinarios. Lo habitual es que cada una de esas acciones vaya vinculada a un nombre propio. Asociamos el hecho con la persona que lo protagonizó o viceversa. Sirvan como meros ejemplos  el Gran Capitán,  Hernán Cortes, Pizarro, Magallanes, Elcano, y tantos otros cuya enumeración sería prolija pero tan dignos de señalar como los anteriores. Todos ellos han tenido su sitio en la historia por méritos propios. Es de justicia tal reconocimiento.

No obstante, ninguno de ellos alcanzó la gloria solo. A su lado pasando tantas privaciones como sus protagonistas, sino más por no gozar quizás de algún privilegio propio del mando, estaban sus subordinados que coadyuvaron al éxito y sin los cuales  el objetivo no se habría alcanzado. A estos últimos van dedicadas estas líneas si bien por cuestiones de espacio, y de escasez de conocimientos por parte del que escribe, no estarán todos. Solo una corta selección puramente subjetiva y limitada a una época concreta. Los ausentes sabrán disculparme.

 

ALFONSO JUNCO VOIGT, adalid de la Catolicidad y de la Hispanidad

Nació el 25 de febrero de 1895 en Monterrey y murió en Ciudad de Méjico el 12 de octubre de 1974.

Fue un filósofo que se introdujo en el estudio de la Historia, a través de lo cual, se volcó ardorosamente en defensa de los valores hispánicos, desarrollando una labor literaria que lo encumbraría como director de la revista de arte y literatura Ábside y como redactor-jefe del diario mejicano Novedades, desde cuyas columnas levantó  polémicas de gran resonancia en defensa de causas como la Hispanidad o los cristeros.

Profundamente católico, no eludió aspectos controvertidos. Se significó en su defensa del español, de España y de la Hispanidad, de la Virgen de Guadalupe, de Isabel la Católica, de Hernán Cortés, de la Inquisición y de todos los aspectos gloriosos de la Historia de la Hispanidad que metódicamente han sido y son presentados por los enemigos de los principios cristianos y españoles como lacra de nuestra raza, la hispánica, que no es otra que la blanca, negra, cobriza, malaya… y su mestizaje.

AGUSTÍN de BETANCOURT y CASTRO

Nació el 1 de febrero de 1758 en el Puerto de la Cruz, caballero de la Orden de Calatrava, teniente coronel de los Reales Ejércitos, inventor e ingeniero civil al servicio de España y  de Rusia. Falleció en San Petersburgo (Rusia), el 14 de julio de 1824. 

En 1778 presentó su primer diseño, consistente en una máquina epicilíndrica para el hilado de la seda, y su hermana, María de Betancourt, presentaría también a la Sociedad Económica de la Laguna una Memoria sobre la forma de obtener el color carmesí, siendo muy probablemente la primera memoria científica firmada por una mujer en Canarias.

En 1783 se le encargó la inspección del Canal Imperial de Aragón y de las minas de Almadén sobre cuyo estado redactó tres detalladas memorias.

Este mismo año, el 29 de noviembre, elevó un globo aerostático en la Casa de Campo con la asistencia del rey. 

AGUSTÍN AGUALONGO

Fue un patriota del alto Ecuador, «indio, feo y de corta estatura» que fue una pesadilla para Bolívar, nacido en la ciudad de San Juan de Pasto el 25 de agosto de 1780, militar realista durante la guerra separatista de la Nueva Granada (hoy Colombia), luchador  infatigable que encabezó una guerra de guerrillas que lo haría legendario. En 1822, declaró la guerra a la república de Colombia, en defensa del rey Fernando VII y de la religión católica.

El 7 de marzo de 1811, Agualongo, de 31 años, ingresó en la tercera Compañía de Milicias del Rey.

El 13 de agosto de 1812 el ejército nacional venció en Catambuco a las fuerzas del separatista Juan María de la Villota. La actuación de Agualongo le reportó el ascenso al grado de sargento. Sería su primer ascenso en la carrera militar. Como consecuencia de su actividad frente a los intentos separatistas por recuperar Pasto.

Los Austrias. UNA DINASTÍA ENDOGÁMICA

La época de mayor esplendor de la monarquía española es, salvo mejor criterio, la transcurrida durante la permanencia en el trono de la dinastía conocida como los Austrias. Los estudiosos la han subdividido entre Austrias mayores, Carlos I y Felipe II, y Austrias menores, Felipe III, Felipe IV y Carlos II.

Durante ese periodo de tiempo, 1517 a 1700, la corona española forjó un imperio, alumbró pintores universales, literatos insignes que forman parte del acervo de la Humanidad, científicos punteros, navegantes inmortales y unas unidades militares, los tercios, que serían la envidia del resto del mundo entonces conocido.

Dicho esto, con el solo ánimo de dejar sentado que el balance en general es positivo y que en cualquier caso lo que expongo a continuación no es una crítica feroz a la dinastía sino más bien una reflexión sobre los errores que, en materia de matrimonios, llevaron a cabo con una contumacia digna de mejores metas y que terminó por llevarlos a la extinción, con las consecuencias que ello acarreó para España.

LA BATALLA DE VALÉNCIA (i XVIII)

EPÍLEC

Les senyes reflectides en les meues informacions i comentaris realisats sobre el desenroll, que en els anys posteriors al franquisme, es varen produir com a conseqüència de la democratisació de la política espanyola, són un reflex -molt reduït, puix podria ser més exhaustiu, pero per a l'objecte d'est estudi crec són suficients- de la situació social i política en la que es va consensuar per les forces polítiques el nostre Estatut d'Autonomia.

En motiu del nomenament d'Adolfo Suárez com a President del Govern espanyol, comencen a créixer com a bolets els partits polítics en la nostra terra, la majoria d'ells dins de les llínees pancatalanistes disfrassats de “valencianisme”. Incloc en estos sectors els partits centralistes: Aliança Popular, Partit Socialiste, Esquerra Unida, Unió de Centre Democràtic i alguns atres d'escassa significació entre els votants com pot ser Força Nova.

LA BATALLA DE VALÉNCIA (XVII)

MANIFESTACIONS PÚBLIQUES 

En (De Albiñana...) Vicente Ramos insistix en detallar-nos lo que varen ser algunes de les manifestacions públiques entra dels interessos que perseguien els polítics pancatalanistes. O siga, la majoria dels que integraven el “Plenari” i dels que posteriorment es varen conjurar per a confeccionar l'Estatut d'Autonomia de la Comunitat Valenciana. I nos diu…

LA BATALLA DE VALÉNCIA (XVI)

PANCATALANISME

Vicente Ramos en (De Albiñana...) nos diu: “Països Catalans”. El pancatalanisme “manifestació d'eixe esperit expansiu del nostre ideal nacional”, que aspira “a l'integració de totes les terres de parla catalana en un Estat autònom, membre d'una futura Federació hispànica, ibèrica, occidental, llatina o europea”, va ser en els seus orígens, com tots saben, un moviment burgués i clerical. Pero el pancatalanisme “estricte”, al valencianisar-se, despuix de la guerra civil de 1936-1939, es marxiste, fins al punt de que esta corrent exògena va influir poderosament en “Catalunya estricta”, que la seua política actual de la qual és la de recolzar en un tot al pancatalanisme del país valencià.

LA BATALLA DE VALÉNCIA (XV)

I és que quan una regió (Catalunya) carix de l'importància migeval i de l'incommensurable història que Valéncia va representar des de la seua fundació en l'any 138 a. C. pels romans, i totes aquelles ètnies que varen passar per la nostra terra, fins a la més destacada que va ser l'invasió morisca que va durar fins a l'any 1238, en la conquista del Regne Musulmà de Valéncia pel rei cristià Jaume I el Conquistador, puix fer eixir a la llum els complexos d'inferioritat que els afecten en tractar-se d'una terra, la catalana, que sempre va ser feu franc dins de lo que coneixem com la Marca Hispànica, fins que Jaume I fa que els territoris francs, més avall dels Pirineus, passen a ser de la Corona d'Aragó. Despuix d'esta negociació política en el rei franc, els comtats de la Marca Hispànica són una simple anexió a la Corona d'Aragó, sense més representació política dins de la mateixa, fins a tal punt que el rei cristià i els seus successors mai s'han denominat reis de Catalunya, sino, simplement, comtes de Barcelona i d’uns atres comtats.

Suscribirse a Historia