En estos días, España está en apuros. No es bastante la serie de actividades judiciales en que el gobierno anda metido, procesos que son seguidos con atención por la Unión Europea y por el mundo entero, sino que por añadidura nos vemos forzados a defender en Bruselas causas perdidas como son que el catalán, el vascuence y el gallego pasen a convertirse en idiomas oficiales de la Unión.
Las lenguas europeas constituyen sin duda uno de los principales elementos culturales de nuestro pequeño pero diverso continente. La Unión Europea comenzó teniendo seis socios y ha alcanzado hoy la cifra de 27, con 24 idiomas oficiales de los cuales, cinco -inglés, francés, español, italiano y alemán- son lenguas de trabajo. Los restantes 19 pueden ser usados pero los respectivos países deberán pagar los gastos devengados por la interpretación y traducción hacia las lenguas de trabajo.
Aparte de esos 24 idiomas, existen en Europa otros 50 dialectos o lenguas que son utilizados en ciertas regiones del continente. Imaginen lo que supondría para la UE si los 27 socios se empeñaran en situar a aquel medio centenar entre los idiomas de la organización. El actual coste de interpretación y traducción alcanza casi el 20% del presupuesto comunitario. Si se duplicara el número de lenguas el gasto para la Unión sería inasumible.
En Europa saben muy bien que la petición de España de incluir tres nuevos idiomas es resultado de la presión de Puigdemont como conditio sine qua non para seguir apoyando al gobierno de Sánchez con sus ocho indispensables votos, un chantaje que Europa no está dispuesto a pagar.
Por si ese marrón no fuese suficiente y las fragilidades de la banda del Peugeot compuesta por Sánchez, Ábalos, Santos Cerdán y Koldo, no fuera bastante he ahí que acaba de nacer una nueva banda con intenciones igualmente perversas, si no más, que la de 2018.
Una tal Leire Diez, hasta ahora poco notable en el panorama político, pero especialista en fotografiarse con figuras de la izquierda española, entre la que presume de ser fontanera de la región norte, está pactando con empresarios del corte de Aldama, Alejandro Homlyn y un tal Dolset, entre otros, para conseguir nada menos que liquidar al Teniente Coronel de la UCO, intentando de esta forma acabar con la investigación contra la esposa, el hermano, el amigo y el fiscal. Ni más ni menos que semejante objetivo. La mafia siciliana no lo hubiera hecho mejor.
La reacción de la derecha no ha podido ser más contundente. Menos pedir una moción de censura, en la que las cuentan no le salen, ha recurrido a todo: pedir una vez más el adelanto de elecciones, exigir la dimisión del presidente, rasgarse las vestiduras, lanzar a las masas a la calle en una gran manifestación del 8 de Junio.
Por supuesto Leire Diez será defenestrada del PSOE y tendrá que clausurar su álbum fotográfico con personajes y personajillos pero eso no tendrá probablemente mayores consecuencias. El PSOE está cada vez más debilitado; el gobierno y su presidente también pero habrá que ver el efecto de la manifestación del 8 de Junio y el Congreso del PP de Julio.
Quizá la crisis no había llegado nunca tan lejos pero sabemos de la capacidad de resistencia de Sánchez y visto lo visto es lícito preguntarse, ¿llegará este tinglado hasta 2027 o se desmoronará en el camino?
Imagen: mitología.fandom.com, Facebook
Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho.
Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993.
Primer Embajador de España en Macedonia en 1995.
Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.