Pedro Sánchez es muy coherente
Pedro Sánchez, presidente en funciones del Gobierno de España y próximo presidente elegido si nada extraordinario lo remedia, es muy coherente. Sé que más de uno, al leerlo, se indignará, tal vez dejando de leer estas líneas. Le animo a que tenga un poco de paciencia y las lea, porque muchas veces las reacciones primarias traicionan, o no dejan ver el trasfondo.
Si acudimos al Diccionario, coherente es quien actúa en consecuencia con sus ideas. En sí misma, la coherencia no es un valor positivo, aunque a veces nos empeñemos en verlo como virtud.
Se puede ser un avaricioso coherente, un glotón coherente, un iracundo coherente, un vago coherente y hasta un sádico coherente. Depende de las ideas de cada uno, llevarlas a cabo hasta el final no es virtud, sino un empecinamiento nefasto en labrar un círculo vicioso, en vez de cambiar las ideas.