Fatiga informativa
La opinión pública es inconsistente, volátil, declinante. Es incapaz de mantener su interés en una noticia, casi cualquier noticia, más allá de un periodo de tiempo normalmente breve, sin esperar a que el hecho en cuestión haya quedado resuelto.
Y si el público se cansa de las noticias, también lo hacen los periodistas que, a fin de cuentas, escriben principalmente para ser leídos.
¿Alguien se acuerda de las manifestaciones en Cuba que hace escasamente un mes se nos hizo creer que podían significar la caída del castrismo? ¿Y quién recuerda a Guaido y al impresentable dictador Maduro? ¿Acaso alguien sabe de qué país es presidente ese comunista escondido bajo un sombrero, llamado Pedro Castillo?
Por no recordar, no se recuerda que en Ucrania sigue abierta una guerra de independencia contra Rusia después de que Moscú usurpara la península de Crimea, con una superficie de 27.000 kms2, bastante mayor que la Comunidad valenciana.