Lourdes, orgullo español
Hay títulos que se escriben para atraer al lector. Esa es la intención de éste, con permiso de nuestros amigos franceses, a los que también anticipo si se ven atraídos por el título, que no tengo ningún ánimo de contrariarles ni de pensar que no deben sentirse orgullosos de sus logros patrios, que los tienen, y muchos, y envidiables.
Pero en una sociedad como la española, más que autocrítica, autodestructiva, necesitamos exponer ejemplos palpables, corrientes, a la vista del ciudadano medio para que no se deje engañar con “cantos de sirena” de unos o de opiniones autodestructivas y anti-españolas de otros.
Con la intención de disfrutar de un fin de semana de oración y reflexión en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Francia, muy cerca del Pirineo que compartimos españoles y franceses, pude ir reflexionando también en algunos aspectos más mundanos que me traían a muchas situaciones, comentarios, noticias, tertulias y anécdotas (demasiadas desde mi punto de vista y que, poco a poco, se podría ir pensando que se debe empezar a elevar a “categoría”).