Paripé
El día 4 de mayo, se ofició el paripé de la denominada autodisolución de la banda asesina ETA. Y, efectivamente, se trata de una autodisolución, consecuencia, en parte, de una derrota policial, a pesar de los políticos, y, en parte, de una táctica marxista-leninista, conocida como el vals de Lenin, que se concreta en avanzar dos pasos y retroceder uno, de modo que 2-1=1.
La ETA, en mi modesta opinión, no ha sido vencida. Y esta afirmación es lo que voy a tratar de argumentar.
Los etarras, como buenos marxista-leninistas, es decir, estalinistas, se guían por el principio de la correlación de fuerzas, en virtud del cual, a ellos se les da un ardite los pactos y acuerdos que, en cada momento, hayan podido establecer, a los cuales sólo les serán fieles si les conviene o si, en función de su fuerza en cada momento, no tienen más remedio que plegarse a lo pactado. Pero, si las circunstancias les son favorables, no tendrán el menor inconveniente en olvidarse de la palabra dada.