Calma ante Ómicron
Me parece que nos estamos precipitando ante la nueva cepa Ómicron. Lo escribo con mayúscula, Ómicron, porque mayúsculo es el impacto que ha provocado a nivel mundial y tanto influye ya en nuestra vida cotidiana, en conversaciones y hasta planes para los próximos días y semanas.
El miedo a lo desconocido suele generar una alarma irracional, precisamente por ser desconocido, y generar pánico. El temor desproporcionado tiene unos fundamentos: el ocultamiento de datos y la tardanza en tomar medidas que en muchas ocasiones vivimos en el pasado a raíz del Covid-19, así como las víctimas en familiares o conocidos. El noble afán de proteger a nuestras familias también está detrás de reacciones que pueden ser alarmistas, pero el “por si acaso” aplicado a los seres más queridos está muy presente.
Hay que diferenciar lo que sabemos de lo que desconocemos, ser muy objetivos, también como defensa adecuada ante una nueva cepa. Mi impresión hasta ayer era la de alarmismo, tal vez cultivado entre todos, y me lo vuelve a confirmar la doctora que descubrió esta nueva variante.