BATALLA DE SIMANCAS
Esta querida tierra, y no digo España porque en el año 939 no existía como tal, era, desde el punto de vista político, un mosaico de reinos, condados e incluso podía presumir de califato. Cada cual perseguía sus propias metas sin tener demasiado en cuenta los intereses ajenos. No digamos en cuanto al aspecto religioso pues la oferta era envidiable para los exquisitos en la materia. Sin grandes esfuerzos se podía rezar en una catedral, en una sinagoga o en una mezquita según sus preferencias personales.
La razón por la que me he detenido en el año 939 está fundada en que, precisamente en ese año, tuvo lugar un hecho muy relevante, y afortunado, para lo que hoy denominamos cultura occidental y para los cristianos en general. Por el contrario fue gravoso para el Islam, al menos en la península Ibérica.