¡Despierta Español, despierta!
Español, despierta de tu letargo, España no aguanta más sin que tú y yo, junto con todos los españoles de bien nos alcemos a defenderla. La confianza en nuestros políticos te relajó, el cacareado diálogo te adormeció y la lentitud del largo proceso separatista te hizo dormir profundamente.
No hay nada más que darles, no hay nada que dialogar. Por mucho que nuestro gobierno utilice la mágica palabra de “diálogo”, todas las etapas del independentismo están ya quemadas, ¿qué más se puede ceder si lo que ahora piden es la independencia? Los traidores han llegado al final de su camino. Los distintos gobiernos de España antepusieron sus intereses de partido a los de la nación; las desavenencias irreconciliables de nuestra izquierda con nuestra derecha y viceversa, hizo que prefirieran ceder a pequeños chantajes nacionalistas antes que llegar a acuerdos entre ellos.