Opinión

Calma ante Ómicron

Me parece que nos estamos precipitando ante la nueva cepa Ómicron. Lo escribo con mayúscula, Ómicron, porque mayúsculo es el impacto que ha provocado a nivel mundial y tanto influye ya en nuestra vida cotidiana, en conversaciones y hasta planes para los próximos días y semanas.

El miedo a lo desconocido suele generar una alarma irracional, precisamente por ser desconocido, y generar pánico. El temor desproporcionado tiene unos fundamentos: el ocultamiento de datos y la tardanza en tomar medidas que en muchas ocasiones vivimos en el pasado a raíz del Covid-19, así como las víctimas en familiares o conocidos. El noble afán de proteger a nuestras familias también está detrás de reacciones que pueden ser alarmistas, pero el “por si acaso” aplicado a los seres más queridos está muy presente.

Hay que diferenciar lo que sabemos de lo que desconocemos, ser muy objetivos, también como defensa adecuada ante una nueva cepa. Mi impresión hasta ayer era la de alarmismo, tal vez cultivado entre todos, y me lo vuelve a confirmar la doctora que descubrió esta nueva variante.

¿UN EJE HISPANO-ALEMÁN?

El reciente Pacto firmado entre Francia e Italia hace pensar que tras la jubilación de Merkel y la victoria del socialdemócrata Olof Scholz, el clásico Eje franco-alemán va a verse sustituido por otro entre París y Roma que se basaría en la proximidad ideológica entre Macron y Draghi.

El Pacto del Quirinal parece tener profundidad suficiente para cubrir desde aspectos estratégicos y defensivos, hasta facilitar la cooperación política con el intercambio de ministros de ambos países, policial, transfronteriza y de modernización del ya vetusto Pacto de Estabilidad.

Y sin embargo cuesta imaginar que el mero cambio de gobierno en un país -Alemania- y de un líder -Merkel- por significativos que ambos sean, va a cambiar las bases sobre las que se construyó la Unión Europea que, querámoslo o no, tenía el Eje franco-alemán y el entendimiento entre ambos países, rivales clásicos en el continente y protagonistas de no pocos enfrentamientos militares, como base y origen de la firma de la CECA, la CEE y ulteriormente de la UE.

LEY DE DEFENSA DEL DELINCUENTE

Hay leyes que, en España, están condenadas a tener una vida azarosa y breve, al albur de los vaivenes políticos y los cambios de gobierno. Tal es el caso de las leyes de educación, las laborales, las electorales etc.

Existen unas que además de breves están condenadas a tener siempre muy mala reputación y se ven denigradas desde su nacimiento. Tal es el caso de las leyes de orden público que conocen rápidamente un sobrenombre poco halagador como fue el caso de la “Ley de patada en la puerta” que produjo Corcuera durante el gobierno de González o la “Ley mordaza” ideada por Fernández Díaz bajo el mandato de Rajoy.

Gracias, Justo Aznar

El doctor Justo Aznar falleció el pasado sábado en Valencia, a los 84 años de edad. Me impresionó desde que le conocí, en 1994, no es algo que ahora emerja con motivo de su fallecimiento, y mi reacción es de honda gratitud, como la de tantos otros que le trataron. Un grupo de colegas estaba preparando un libro-homenaje a Justo Aznar, que estaba previsto viera la luz en febrero próximo. Su abnegada dedicación profesional de este médico pro-vida, como es mundialmente conocido –en ámbitos profesionales, civiles y también eclesiásticos-, quedará reflejada en ese libro. En estas breves líneas, opto por recordar otro tipo de facetas de Justo distintos a la bioética.

¿Destrui ABD AL-RAHMAN I la ciutat de Valencia? (I)

Alguns catalans i acatalanats es troben obsesionats per trobar o inventar-se talls radicals en el devindre historic del poble valencià, omplint-lo de “destruccions masives”, “expulsions indiscriminades”, “colonitzacions globals” i “substitucions racials generalitzades”. Tot roda en l’unic objectiu de situar un punt de “naixement” del poble valencià, en el qual volen que els catalans siguen, la mare, la comare i el chiquet. Per aixo, sempre els sentireu parlar de multitut de “ruptures”, no volent ni sentir parlar de la paraula “continuïtat”. La principal “ruptura” inventada es la de la reconquista de Jaume I. En una obsessio religiosa impropia de ments cientifiques, mantenen l’inexistencia de valencians, sobre la base de l’inexistencia de cristians. A la falsetat de l’hipotesis, s’ajunta que les evidencies historiques van deixant-los en el cul a l’aire. Pero per si esta ruptura els falla, s’han inventat tota una serie de “tallafocs” anteriors.

¿SURGIRÁN DE NUEVO?

Guillermo Rocafort intenta, en las 515 páginas de su “Historia Total de la España Almogávar”, recuperar la memoria perdida de los almogávares; los describe como excepcionales soldados.  Llegando, con sus cabalgadas, hasta los confines del Imperio Bizantino para detener a los otomanos que amenazaban las fronteras de occidente. Rebatiendo a aquellos que los ven como meros mercenarios. 

Aunque se les considera desaparecidos definitivamente sobre 1388, demuestra que su espíritu resurge cuando la nación es atacada o se presentan retos mayúsculos a los que enfrentarse.

Mónica Oltra huye

Mónica Oltra evita los problemas reales de los valencianos, se escabulle e impide que se resuelvan o que mejoren. En su lugar, se le ve entusiasmada con sus dos reuniones de “Otras políticas”, con Yolanda Díaz, Ada Colau y Mónica García, primero en Valencia y poco después en Barcelona: la siguiente supongo que será en Madrid. Oltra está más pendiente de las próximas elecciones, autonómicas y/o generales, que del gobierno ordinario de la Comunidad Valenciana. O eso parece.

En Les Corts se lo echó en cara la diputada Ángeles Criado, planteando en su intervención la pregunta de si Oltra está preparando su salida de Valencia. Está jugando políticamente a varias bandas, por lo que pueda pasar. El frente amplio feminista que está creando tiene varias opciones, y ninguna descartable ahora en el caso de Oltra, siempre destacando que la otra política que preconiza se centra en las personas.

Perseverancia catalanizadora

Recientemente la Mesa del Senado Español, con los votos del PSOE y PNV adoptó la decisión de aceptar las denominaciones de País Valencià y Països Catalans, cuestión que aparentemente es intrascendente, pero que en el fondo tienen una carga política mayúscula. El expresidente de la Generalitat Valenciana y actual senador Alberto Fabra calificó esta resolución de “absurda, innecesaria y provocadora” porque considera que significaba un ataque a la Comunidad Valenciana y a su Estatuto de Autonomía.

Fin del calvario judicial de Camps

Nos presentaron en 1994, por supuesto en Valencia, donde Francisco Camps nació y ha vivido toda su vida. Fue en la calle, con un saludo cordial y un breve intercambio de palabras, quedando para otras ocasiones, que seguro las habría. Yo  no tenía especial interés profesional en cultivar el trato especialmente con Camps, entonces un joven concejal  treintañero del Ayuntamiento de Valencia, tras ir en la lista con Rita Barberá y salir elegido en mayo de 1991.

No suele ser justo dejarse llevar por la primera impresión de una persona, o por las primeras impresiones de un trato más bien superficial. Como mero recuerdo, me quedé con la imagen de un político sonriente, observador y educado, y por lo tanto cordial. Hay políticos que, desde el primer saludo, se sienten en la obligación de no parar de hablar, con una locuacidad que parece envolver inseguridad o afán de que los demás no intervengamos, con miedo a que se les quite protagonismo: Camps no me lo pareció, ni entonces ni a lo largo de los años.

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