MORTADELO Y PUIGDEMONT
Lo que está ocurriendo en España escapa a todo encasillamiento. ¿Se trata de un drama, una tragedia cómica o una farsa?
En resumidas cuentas, la historieta es bien conocida: Puigdemont anunció a bombo y platillo que volvería para asistir al nombramiento del nuevo President y cumplió su palabra: se paseó por el centro de Barcelona, soltó su breve arenga con un final caribeño -¡Visqui Catalonia Lliure!- dio media vuelta y se marchó por donde había venido sin que nadie intentara molestarle o detenerle como tantas veces el gobierno había cacareado.
No cabe duda que el escenario estaba perfectamente pactado entre Mortadelo (Sánchez) y Puigdemont. Aparentemente Sánchez habría hecho un muy buen negocio: se aseguró la entronización tranquila de su socio Illa y también retuvo su estancia en La Moncloa contando con los siete votos de Junts y todo ello a cambio del paseíllo del fugado entre unos pocos miles de fans. A "Mortadelo" le ha salido muy barata la operación.