Gracias a Pedro Quevedo, el único diputado de Nueva Canarias, tendremos presupuestos aprobados, al sumar 176 diputados. Pero los millones que ha arrancado para Canarias son objeto de comparación y críticas por otras zonas de España que se quejan de ser olvidadas por el Estado.
Las quejas me han llegado de mi tierra, de Teruel. Una provincia que tiene 135.000 habitantes, 3 diputados en el Congreso, que comprueba su continua despoblación y el olvido de inversiones que ayuden a sacar a flote una provincia tan extensa, tan olvidada, y que ahora ve que tal vez la solución es crear un partido que se llame Nuevo Teruel o Foro Teruel, poner un ejemplo, y quién sabe cuántos diputados sacaría de los 3 que le corresponden, pudiendo ser en algún caso decisivos para algunos presupuestos o decisiones.
Suponer que la comunidad autónoma de Aragón vela por los intereses de una provincia como Teruel es demasiado suponer. Aragón, en la práctica, es Zaragoza, una estupenda ciudad que acapara todo: el nuevo centralismo de las comunidades autónomas.