Esperando en Urgencias
Tuve que acompañar el pasado lunes a un amigo a Urgencias, por indicación de su médico de cabecera. Llegamos al Hospital General de Castellón, único hospital que tiene servicio de Urgencias – ¿con 180.000 habitantes el lógico que sólo exista este servicio en un único hospital?-, a las 10 de la mañana, y salíamos con el alta médica a las 10 de la noche.
El propio médico de cabecera tuvo la amabilidad de llamar al 112, pidiendo una ambulancia. Tardó en llegar algo más de media hora. En este caso, no era necesaria mayor prontitud, pero me asusta pensar que suceda en casos de mayor urgencia. La primera medida del traslado a Urgencias plantea una duda práctica, pues lo mejor hubiera sido coger un taxi.

De nuevo el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, está en el punto de mira por sus declaraciones, en este caso sobre la ideología de género. Resulta curioso que líderes de varios partidos políticos intenten acallarle, cuando lo que está defendiendo es la doctrina católica, guste o no a los políticos, como sucede en otros asuntos –y más graves– como es el caso del aborto.