EUROPA: “Hay que hablar de antropología, y de familia, y hay que hablar de vida.”
El 10 de febrero de 2015 D. José Ignacio Munilla en una conferencia titulada "¿En qué cree Europa? Perplejidad identitaria y peligro islamista", haciendo referencia a los atentados de París, comenzaba diciendo que si se hiciese una encuesta a los jóvenes preguntando: ¿Qué te sugiere la palabra mártir? Estaba seguro que muchos responderían: “Fanático, suicida, terrorista“. Ante este riesgo de que el propio concepto de martirio quedase contaminado, me pareció que había que revalorizar el concepto del martirio cristiano; y hablé en la homilía de este tema, y por eso estoy hoy aquí.
Y así definió a los mártires: “Son aquellos que han preferido ser víctimas del mal, incluso que han preferido perder la vida, antes que ser cómplices del mal. Sin embargo, hemos pervertido el concepto de martirio, y el mártir ha pasado de ser víctima a ser verdugo. En vez de ser el motor de su acción en el amor, el motor de su acción pasa a ser el odio. Es una perversión del concepto.”

En el campo de las ideas todas son respetables, lo que no significa que sean aceptables, máxime si estas contravienen los principios más fundamentales del ser humano.
TAL DIA COMO HOY EN 1985, PERDÍA LA VIDA EN UN COBARDE ATENTADO TERRORISTA EL GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL JUAN ATARÉS PEÑA.
El reinado de Isabel II oficializa la enseñanza obligatoria del español. A través de la que se denominará “ley Moyano” (1857), se establecen las pautas legislativas para la enseñanza en castellano, con marginación absoluta de las lenguas vernáculas.