Opinión

La Civilización decadente (3ª parte)

Cuando se reflexiona detenidamente sobre lo que está ocurriendo en nuestra sociedad, a la que calificamos como “sociedad del progreso”, la impresión que se recibe es de desconcierto, porque nadie sabe a dónde vamos, ni siquiera los que se declaran profetas de la modernidad. Es tal el deterioro de costumbres y tan desconcertantes las ideas que circulan, que todos los límites quedan rebasados por la profundidad y extensión del fenómeno social que nos envuelve. Porque ya no se trata de simples cambios generacionales, sino de rupturas drásticas con todo lo establecido, y con el signo de haber perdido el sentido del límite, ya que todo es posible, incluso lo más disparatado. En este contexto de disolución universal, los principios del bien y del mal, de lo verdadero y de lo falso, han perdido su sentido como orientación de la vida, y hoy sólo se valoran y se juzgan las cosas como “democráticas” o “antidemocráticas”, sustituyendo la calidad de una acción por la cantidad de sus partidarios.

La abstención de seis diputados

Espero, deseo y ojalá no me equivoque que, al final, no iremos a las terceras elecciones porque habrá una abstención de 6 diputados, para que Rajoy sea presidente.

Con 170 votos a favor –los del PP, Ciudadanos y Coalición Canaria-, sólo falta que haya 6 abstenciones, antes de ir a unas elecciones, y desde luego es previsible que no las tenga tampoco este viernes.

Con las miradas y las presiones de todo tipo al PSOE, es una incógnita lo que puede suceder, pero confío que no lleguemos a unas terceras elecciones en diciembre. La división en el PSOE es una realidad, entre el “no es no” de Pedro Sánchez y los barones territoriales que tienen responsabilidad de gobierno, que no están dispuestos a prorrogar la situación actual.

He ahí una diferencia radical entre los socialistas: los que tienen responsabilidad de gobierno y los que no, como es el caso de Pedro Sánchez, que antepone su deseo de llegar a la Moncloa con casi cualquier solución y haciendo sufrir todo lo que pueda a Rajoy, al que volvió a decir ayer en el Congreso que “no es de fiar”.

Marzá la lía

El conseller de Educación, Vicent Marzà, ha liado hasta niveles insospechados la conflictividad en materia educativa. La “gota” que colma el vaso de agua es la decisión de no conceder becas a los alumnos de universidades privadas, recurrida por la Universidad Católica de Valencia y suspendida cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

La consecuencia es conocida: paralizadas las 10.000 becas que se concedían a universidades públicas y privadas, y de las que el 7% correspondían hasta este año a los de universidades privadas. En estos momentos, decenas de miles de familias y alumnos no saben si tendrán beca o no, lo cual incide directamente en la decisión de iniciar o continuar los estudios universitarios.

La sociedad decadente (II parte)

AI reflexionar sobre la sociedad actual —sus problemas, su comportamiento, su talante—, la impresión que experimentamos es de desconcierto, pues no alcanzamos a comprender lo que sucede y por qué sucede. Nos desconcierta la brutal crisis económica que padecemos, pero no es menos desconcertante la crisis de valores y de instituciones que no parece tener límite, pues en nuestra sociedad ya todo es posible, hasta lo más aberrante. Los cambios son tan radicales y tan acelerados, que lo que creíamos más sólido y estable en la configuración moral del ser humano —piénsese en la familia, por ejemplo— se destruye con suma facilidad. Y estos cambios destructivos no obedecen, como antaño, a ninguna ideología revolucionaria, tal como ocurrió en la revolución liberal o marxista.

Servicios públicos eficaces

Quiero referirme en estas líneas a dos servicios públicos en particular, como son la prevención contra el mosquito-tigre y el cuidado de los montes, para prevenir incendios y la ya clásica “gota fría”. Pero también quiero expresar lo que, en mi opinión, está en boca o en la mente de la mayoría de los ciudadanos, que como contribuyentes queremos una calidad de los servicios públicos, que a veces se da y otras veces no se da. Como contribuyentes, tenemos deberes pero también derechos. Las diversas administraciones públicas son “servicios”, que no es lógico percibir con pasividad, sino exigiendo, sugiriendo, colaborando y, si es el caso, pidiendo las indemnizaciones por las deficiencias.

La Iglesia Católica ¿un estorbo?

No nos engañemos. Ha sido así desde el principio. La Iglesia Católica es un estorbo para todos aquellos que tienen una cosmovisión totalitaria de la sociedad y les molesta que otros puedan competir en un espacio libre y con las solas armas de la fe, de la razón y de la palabra.

Cuando el pueblo judío opta entre Jesús y Barrabás, no lo hace entre un profeta y un vulgar y peligroso delincuente La opción opera –según ellos- entre un molesto agitador que puede socavar los cimientos políticos y espirituales del pueblo judío y un carismático caudillo nacionalista, “un combatiente de las resistencia” contra la opresión romana, como dice el papa Benedicto XVI en su interesante libro titulado “Jesús de Nazaret”. El mismo origen semántico de la palabra Barrabás confirma la tesis expuesta por el papa (Bar-Abbas, quiere decir “hijo del padre”, una denominación típicamente mesiánica).

Ofensiva política contra el Cardenal Cañizares

CañizaresDe nuevo el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, está en el punto de mira por sus declaraciones, en este caso sobre la ideología de género. Resulta curioso que líderes de varios partidos políticos intenten acallarle, cuando lo que está defendiendo es la doctrina católica, guste o no a los políticos, como sucede en otros asuntos –y más graves– como es el caso del aborto.

Para muchos, la denominada “ideología de género” es desconocida. Para otros, se ha convertido en una conquista de primera magnitud, que quieren imponer a todos los niveles, incluido el educativo desde las edades más tempranas. En síntesis, la ideología de género viene a decir que cada uno puede optar por el sexo que quiera, mientras que para la doctrina católica el sexo es una característica importante en la identidad de un hombre o una mujer, diferenciados y complementarios.

La Iglesia Católica, milagro de la Historia

Entre todas las instituciones de la tierra, la Iglesia Católica es la única que ha permanecido siempre igual en su estructura fundamental a través de la historia: después de dos mil años de avatares, de crisis, de persecuciones, la frágil barca de Pedro sigue surcando los mares y las tormentas sin ser destruida, y ésta singularidad la hace aparecer como un hecho humanamente inexplicable, como un milagro de la historia.

Despolitizar el Rototom

El festival reggae Rototom, que está celebrándose en Benicàssim, necesita una revisión por parte de sus organizadores, para que sea un festival musical sin connotaciones políticas, y mucho menos partidistas a favor de un único partido, que es Podemos: es la “casta” que se instala y aprovecha de un enfoque equivocado en un festival musical; luego califican como “casta” a otros partidos políticos, pero se ve que le gusta y se siente cómodo como partido único.

Rototom quiere ser algo más que un festival, de modo que los ocho días sean también un estímulo en la conciencia social, debatiendo aspectos culturales y de estilos de vida. Es una opción legítima, pero los partidos políticos no deben entrar como protagonistas en el Rototom. Habrá quien argumente que “política” es todo cuanto afecta a la sociedad, haciendo honor a su etimología griega de “polis” (ciudad), pero no debe ser un festival que se constituya en altavoz de un único partido político.

El mal del pecado

Como la sombra que acompaña al que camina a la luz del sol, el mal, en sus distintas manifestaciones, es inseparable de la vida humana, tanto individual como colectivamente. El hombre es el único ser de la creación que entra en la vida llorando, pues la primera manifestación del bebé que sale del vientre de su madre es el llanto. ¿Es ello la más clara prueba de que su destino es el sufrimiento?… El mal que sufrimos los humanos es de dos clases, el físico y el moral, y ambos superan nuestra capacidad de comprensión y de control. No comprendemos ni podemos controlar el mal físico de las numerosas enfermedades que padecemos, el sinsentido de los desastres naturales que causan miles de víctimas, los accidentes innumerables que acompañan a la actividad humana. Y tampoco logramos comprender y controlar los genocidios causados por las guerras absurdas, las crueles opresiones e injusticias de unos hombres sobre otros, las infinitas maldades causadas por el interés y egoísmo humano.

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