El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cesó fulminantemente al coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos, en teoría por “pérdida de confianza”, y en la práctica por no informarle del informe sobre el 8-M, que la juez del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid había solicitado, y del que no salen bien parados Fernando Simón ni el ministro Salvador Illa. Poco después dimitió el general de la Guardia Civil Laurentino Ceña, y habrá que ver si hay otras dimisiones en solidaridad con Pérez de los Cobos.
Con tres llamadas telefónicas, Marlaska ya tuvo claro que había que cesarle, por indicación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, más que interesado en que se diluya todo lo referente al 8-M. Allí estuvieron y alentaron previamente la esposa de Pedro Sánchez, Carmen Calvo, Nadia Calviño, Isabel Celaá, el propio Fernando Grande-Marlaska y todos cuantos sabemos.