Valencia, UN AÑO DESPUÉS de la DANA

Sin duda la noticia del día, la que ocupa los medios informativos, el Parlamento y los corrillos, es el triste primer aniversario de la catástrofe de la DANA valenciana -que también afectó en menor medida a Castilla La Mancha y Andalucía-.

Es inevitable recordar los 1700 millones de euros en perdidas, las 11.300 viviendas derruidas en 89 municipios, las 48722 empresas arruinadas, los 800 kilómetros de carreteras y ferrocarriles destruidos, los 141.000 vehículos destrozados y, en especial, los 229 muertos en Valencia más los siete de Castilla y uno de Andalucía.

La noticia de este primer año no debía ser la enumeración de estos datos que ya son conocidos desde las primeras semanas de la catástrofe. La noticia debía ser el progreso conocido en la reconstrucción de las ruinas, los fondos entregados por el gobierno español y la generalidad valenciana a los municipios y a los particulares damnificados.

Pero las cifras que recibimos no son claras y en cualquier caso están muy por debajo de las prometidas por unos y otros, por lo que los 89 municipios se encuentran aún lejos de la normalización que hubiéramos deseado y necesitarían sus habitantes.

Lo cierto es que durante estos doce meses más que hablar sobre la reconstrucción y trabajar conjuntamente los gobiernos central y autonómico, lo que ha dominado en el ambiente es la batalla política especialmente entre el PSOE y el PP buscando sacudirse las propias responsabilidades y cargándolas sobre el partido rival.

Nadie ha olvidado la oprobiosa oferta de Sánchez de los primeros días -"Si Valencia quiere algo, que lo pida"- y su vergonzante huida de Paiporta dejando a los Reyes y a Mazón solos frente a una ciudadanía desesperada.

Tampoco se olvidan los errores de Mazón, sobre todo por su larga sobremesa del día 29 mientras los valencianos morían por decenas. En especial no lo han olvidado las huestes socialistas que puntualmente cada mes han venido organizando manifestaciones que tenían como lema "Mazón, dimisión".

Siempre hemos pensado que la izquierda es mucho más habilidosa que la derecha a la hora de movilizar las calles. Porque es posible que Mazón tuviera que dimitir, pero antes que él -o al mismo tiempo- deberían hacerlo el Presidente del Gobierno, la Viceprimera Ministra para Medio Ambiente -solo ocupada en defender su candidatura a la Comisión de la Unión Europea y de poner tierra de por medio lo antes posible-, los Ministros de Interior y Defensa y los responsables de la Confederación Hidrográfica del Júcar y la AEMET.

¿Acaso alguien piensa que una catástrofe de esta índole podía ser resuelta exclusivamente por las insuficientes fuerzas de una sola autonomía, cualquiera que hubiera sido? La tragedia de Valencia, la mayor registrada en este siglo en España y quizá en toda Europa, era un problema de Estado que debía haber enfrentado el Gobierno Central con la movilización del Ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional, los bomberos y también la Generalidad Valenciana, aparte del apoyo internacional necesario.

Esa noche tendrá lugar el funeral de Estado, ojalá de él nazca un nuevo espíritu: el de anteponer la reconstrucción de Valencia por encima de la batalla política que ni consuela a las víctimas ni ayuda a la bella Comunidad Valenciana -mi Comunidad- a recuperar su esplendor.

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.