JUNTS ROMPE con el PSOE

Después de mucho porfiar, finalmente ayer Puigdemont anunció la ruptura de su partido con el de Sánchez. En realidad el anuncio no ha sorprendido a nadie ya que desde hace meses las discordancias en el Parlamento habían sido múltiples y JUNTS votaba contra propuestas socialistas (rebaja de jornada laboral, decisión sobre migraciones…) sin guardar fidelidad alguna, cada vez que la propuesta socialista no encajaba con los intereses catalanes.

Hay un punto de deslealtad y falta de reconocimiento de Puigdemont hacia los esfuerzos sanchistas para apoyarle a él (batalla en favor de la Amnistía) y a su partido (defensa del catalán como lengua oficial en la Unión Europea).

Bien es cierto que ambos requerimientos de JUNTS no han triunfado pero no porque Sánchez y sus ministros no lo hayan intentado por activa y pasiva llegando hasta posiciones de total ridículo como el pedir al canciller alemán -derechista acérrimo y contrario al aumento del número de idiomas de trabajo u oficiales en la UE- que hiciera un esfuerzo en favor de un Puigdemont cuyos siete votos le eran necesarios. O también las contundentes declaraciones de Albares afirmando que pronto o tarde, sin ninguna duda, el catalán sería idioma oficial en Europa.

Inútiles esfuerzos cuando Puigdemont y los suyos ven que sus peticiones no prosperan, que el melenudo líder tiene que seguir comiendo mejillones en Waterloo y viendo cómo desde la derecha, Alianza Catalana le está comiendo terreno desde dos diputados en el Parlamento catalán a los diez que se apuntan para unas próximas elecciones y ello sin mencionar las ventajas y buen entendimiento que el sanchismo tiene con ERC. 

¿Significa esta ruptura que en breve veremos una moción de censura en la que con el voto del PP, de VOX y de JUNTS se sacará a Sánchez de La Moncloa?

Ni mucho menos. Este movimiento no le conviene a nadie. Por supuesto va contra los intereses de Sánchez que de la noche a la mañana se vería en el paro. Pero tampoco le conviene al PP que se presentaría ante la opinión pública como socio de un partido separatista, aliado con un político fugado de la justicia y al que debería pagar de alguna forma (¿Amnistía?, ¿idiomas?). El razonamiento de Abascal sería semejante al de Feijóo.

Y el futuro de Puigdemont, con un gobierno nacional del PP sería bastante más incómodo que el que mantiene hoy con Sánchez siempre dispuesto a apoyar sus múltiples demandas políticas: que Cataluña participe en actividades de la Organización Mundial de turismo, en Unesco como estima lo vienen haciendo otras regiones europeas; que se le informe sobre el destino al que van a parar las recaudaciones fiscales en Cataluña o las pretensiones de JUNTS por decidir en materias migratorias.

De forma que más que de una ruptura cabría hablar de un cambio de táctica por parte de JUNTS que cambiará la tendencia ya observada en el Congreso en que ya se han visto votos discordantes y seguirán viéndose con mayor frecuencia, buscando subrayarse la independencia de criterio de JUNTS respecto al PSOE.

  • Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga es Master en Ciencias Políticas y Económicas y Derecho. 
    Diploma de Altos Estudios Internacionales. Embajador de España en Bulgaria en 1993. 
    Primer Embajador de España en Macedonia en 1995. 
    Embajador de España en Bruselas WEU en 1997, entre otros cargos.