Miseria y grandeza de la condición humana
Del ser humano se pueden decir las cosas más grandes y las cosas más bajas, pues en su naturaleza esencialmente compleja tienen cabida todas las contradicciones. Egoísta y caritativo a la vez, cruel y misericordioso, capaz de los mayores heroísmos y de las mayores bajezas, estas dos caras de luz y de sombra que tiene el hombre es la manifestación más clara de que no es puro animal instintivo, sino espíritu encarnado en continua inquietud y desasosiego. Esa duplicidad constitutiva es lo que lleva a Pascal a definir al hombre como una “quimera”, como un ser que no es comprensible en términos de mera ciencia natural y cuya explicación hay que ir a buscarla en la teología. Entre todas las antropologías de los filósofos, la antropología cristiana es la única que explica el por qué de las miserias y grandezas de la condición humana.
Los deseos del hombre son insaciables.