Periodistas libres
Pedro Sánchez lo tiene muy decidido: jueces y medios de comunicación le impiden hacer lo que le viene en gana, y por tanto quiere controlarlos. No pretendo desanimarle en esa innoble tarea, sino simplemente confirmarle que no lo va a lograr, que es una batalla perdida, porque jueces y periodistas valoramos nuestro trabajo, intentamos vivir una ética profesional –que Pedro Sánchez no tiene como político– y la legislación estatal e internacional nos ampara. La independencia judicial y la libertad de expresión de los periodistas es lo que más temen los dictadores de cualquier signo.
Sánchez, molesto con las informaciones de tráfico de influencias de su mujer, Begoña Gómez, ha visto la puerta abierta para llevar a cabo sus intenciones. Los jueces no van a parar en su ámbito ni los periodistas, por lo que cualquier maniobra del Gobierno para asustar se vuelve en su contra, ya que refuerza los pilares de ambas tareas clave para una sociedad libre, que lo es y que quiere mejorar en una libertad real.