Valencia explota contra Sánchez

Pedro Sánchez castiga una y otra vez a la Comunidad Valenciana. Gobierna el PP y eso no lo tolera, y además concede a Cataluña todo lo que le pide en detrimento de los valencianos.

Lo dijo Susana Camarero, portavoz del Gobierno valenciano, vicepresidenta primera y consellera de Servicios Sociales, este martes: “Mientras que la Comunidad Valenciana tiene que recurrir a un crédito bancario, el acuerdo con Cataluña para una hacienda catalana cuestiona la solidaridad interterritorial, rompe el consenso constitucional y perjudica gravemente a los valencianos”.

El cupo separatista con Cataluña es, en efecto, un agravio más para las políticas educativas, sociales y sanitarias valencianas.

Los valencianos son emprendedores, abiertos, trabajadores y alegres. La recuperación tras la DANA será un hecho, no precisamente por la rapidez y eficacia de las instituciones, sino por el empuje y “vuelta a empezar” de autónomos, pequeños y medianos empresarios, que son el tejido productivo valenciano.

Una buena imagen de este talante lo fue una fotografía muy difundida de un peluquero, en medio de una calle embarrada tras la DANA, cortando el pelo a un varón: una silla y y poco más era su equipo, pero ya estaba renaciendo.

Pedro Sánchez solo ha destinado el 30% de lo prometido para paliar el desastre de la DANA. No ha concedido un crédito extraordinario de la FLA –que se había concedido siempre en estos doce años– para hacer frente a pagos de farmacias, proveedores, servicios sociales, y la Generalitat Valenciana ha solicitado permiso al Gobierno para endeudarse con 1.816 millones de euros con bancos para tapar el agujero del déficit de 2024, que este martes el Consejo de Ministros autorizó casi como “concesión benévola”.

La Generalitat Valenciana tuvo un agujero en 2024 de 2.4900 millones, sin contar el agujero de la DANA. Desde hace doce años, el Ministerio de Hacienda enviaba una inyección adicional a la ordinaria del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

Tras diversas peticiones sin contestación por parte de la Generalitat Valenciana, empezó negociaciones con los bancos para obtener tesorería a corto plazo, y solicitó la autorización del Consejo de Ministros para endeudarse. Los fondos se han conseguido, sobre todo, de Caixabank, y en menor medida de Sabadell y Kutxabank…al 2,25% de interés, por encima de lo que hubiera pagado al Estado. Quedan 674 millones, para cubrir los 2.490 millones del déficit de 2024.

El déficit valenciano no se debe a un exceso de gasto, sino a la insuficiencia de recursos del sistema de financiación vigente.

Por eso, desde el Gobierno valenciano se ha afirmado que “estamos ante el Gobierno más desleal de la historia con los valencianos”, al que ha acusado de “olvidar y despreciar a cinco millones de ciudadanos que también son españoles y tienen derecho a una financiación justa”.

Es una comunidad autonómica infrafinanciada, y no hay modo de que se arregle. Para colmo, ahora se ha dado el paso para una Hacienda catalana, curiosamente sin estar presente María Jesús Montero, la ministra de Hacienda. Mientras negocian de forma bilateral con Cataluña, es clamorosa la falta de atención del Ejecutivo de Pedro Sánchez hacia la Comunidad Valenciana, o el castigo incesante, por llamarlo por su nombre.

Desde Compromís han advertido de que cualquier reforma del sistema de financiación que quiera contar con su voto en caso de que llegue al Congreso deberá “resolver primero el agravio y maltrato” que padece la Comunidad Valenciana con el actual modelo.

Habrá que ver cómo evoluciona la hacienda catalana, y si las amenazas de Compromís son reales o de mero electoralismo.

¡Qué difícil que los socialistas vuelvan a gobernar en la Comunidad Valenciana! Prefieren ser catalanes de segunda que valencianos de primera.

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.