Opinión

Esperando en Urgencias

Tuve que acompañar el pasado lunes a un amigo a Urgencias, por indicación de su médico de cabecera. Llegamos al Hospital General de Castellón, único hospital que tiene servicio de Urgencias – ¿con 180.000 habitantes el lógico que sólo exista este servicio en un único hospital?-, a las 10 de la mañana, y salíamos con el alta médica a las 10 de la noche.

Villa Victoria

“Villa Victoria, los lenguajes ocultos”, la novela que Víctor Vázquez presentó hace 25 años, tuvo un recuerdo especial el pasado viernes en Benicàssim, en un entrañable acto que se celebró en el jardín de Villa Elisa. Una tarde-noche típicamente veraniega, con un paseo marítimo abarrotado que parecía sumarse al acto cultural que se celebraba a escasos metros.

La Civilización decadente (3ª parte)

Cuando se reflexiona detenidamente sobre lo que está ocurriendo en nuestra sociedad, a la que calificamos como “sociedad del progreso”, la impresión que se recibe es de desconcierto, porque nadie sabe a dónde vamos, ni siquiera los que se declaran profetas de la modernidad. Es tal el deterioro de costumbres y tan desconcertantes las ideas que circulan, que todos los límites quedan rebasados por la profundidad y extensión del fenómeno social que nos envuelve.

Marzá la lía

El conseller de Educación, Vicent Marzà, ha liado hasta niveles insospechados la conflictividad en materia educativa. La “gota” que colma el vaso de agua es la decisión de no conceder becas a los alumnos de universidades privadas, recurrida por la Universidad Católica de Valencia y suspendida cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

La sociedad decadente (II parte)

AI reflexionar sobre la sociedad actual —sus problemas, su comportamiento, su talante—, la impresión que experimentamos es de desconcierto, pues no alcanzamos a comprender lo que sucede y por qué sucede. Nos desconcierta la brutal crisis económica que padecemos, pero no es menos desconcertante la crisis de valores y de instituciones que no parece tener límite, pues en nuestra sociedad ya todo es posible, hasta lo más aberrante.

Servicios públicos eficaces

Quiero referirme en estas líneas a dos servicios públicos en particular, como son la prevención contra el mosquito-tigre y el cuidado de los montes, para prevenir incendios y la ya clásica “gota fría”. Pero también quiero expresar lo que, en mi opinión, está en boca o en la mente de la mayoría de los ciudadanos, que como contribuyentes queremos una calidad de los servicios públicos, que a veces se da y otras veces no se da. Como contribuyentes, tenemos deberes pero también derechos.

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