Amnistía letal

El plan de Pedro Sánchez de aprobar una amnistía a “Puigdemont y cía”, los golpistas catalanes, obliga a tomar posiciones, porque sus consecuencias nefastas ya se producen ahora, que está en fase de preparación.

No tanto en preparación, porque ya Junqueras se permite afirmar que está pactada hace tiempo con el PSOE, por si alguno tenía dudas. Pero es que además nos lo restriega, al igual que Puigdemont desde Waterloo, que recibe a la vicepresidenta Yolanda Díaz y al presidente del PNV, Andoni Ortuzar en un insultante ejercicio de supeditar el gobierno de España a sus pretensiones antiespañolas y contra la Constitución.

Por todo lo que está pasando, quienes reiteran que Vox es anticonstitucional por alguno de sus puntos programáticos –en contra de las autonomías, básicamente– siguen causando perplejidad. Vox defiende un objetivo, pero es leal con la legislación actual, y de hecho participa en el gobierno autonómico en Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia y Extremadura. Menuda diferencia entre proponer y saltarse a la torera la Constitución sistemáticamente: para tener presente y saber discernir con espíritu crítico lo que se opina o defiende, porque hay mucha demagogia más que interesada.

Recuérdese: referéndum de independencia en Cataluña el 1 de octubre de 2017, que había sido suspendido por el Tribunal Constitucional, declaración de independencia por el Parlamento catalán el 27 de octubre -abandonando el hemiciclo los parlamentarios del Partido Socialista de Cataluña-PP-Ciudadanos”- que el Constitucional declaró inconstitucional. Violencia en las calles, disturbios. ¿Y ahora todo eso sin castigo?

Los planes de la amnistía para los líderes del “procés” catalán tienen ya muchos efectos perversos, letales.

Para llevarla a cabo, el Derecho no importa, sino el “todo por seguir en la Moncloa”, único punto intocable para Pedro Sánchez. Todo lo demás es negociable.

Entre los socialistas, aumentan los contrarios a la amnistía. Para que no aumentaran, El PSOE ha expulsado a Nicolás Redondo. Ellos sabrán si eso asusta o solivianta a más socialistas.

La obtención de la amnistía puede originar una división en el PSOE que lleve a crear otro partido político socialista que no permita el independentismo: no lo descartemos, no lo descartemos. Ahora algunos vinculan directamente “socialismo” e “independencia”, mérito de Pedro Sánchez: muy peligroso, desde luego a medio plazo más todavía.

Las concesiones arbitrarias y no castigar los delitos suelen generar reincidencias. Si sale adelante la amnistía, es evidente que queda un mensaje explícito de que pueden intentar de nuevo el separatismo y la violencia que se vivió en Cataluña en octubre de 2017, sucesos en los que parece que los “culpables” son los policías. Asombroso.

Es letal ya esta amnistía para toda la sociedad española, que no debe bailar al capricho de Pedro Sánchez.

Letal porque transmite a todo el mundo una imagen de España de imprevisible y sin puntos intocables que garantizan la convivencia. Eso afecta a todo, también a inversiones empresariales de grupos o empresarios extranjeros, sobre todo en Cataluña, que sigue pagando económicamente las consecuencias del “procés”.

Si se solía afirmar que los catalanes daban prioridad a la economía, “a la pela”, con las pretensiones independentistas están lastrando su economía y desarrollo… en beneficio de Madrid, Zaragoza y Valencia.

Los empresarios españoles también se han pronunciado en contra de la amnistía. Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha rechazado cualquier negociación con Carles Puigdemont y los republicanos. Garamendi afirmó que está con la Constitución del 78 y, por tanto, “¿estamos de acuerdo con la amnistía? No”.

El PNV puede salir más que trasquilado. La amnistía puede resultarle letal, con su posicionamiento junto con Puigdemont, tal vez pensando que así recorta terreno a Bildu en las próximas elecciones en el País Vasco.

Los flirteos del PNV darían para un tratado. Ni hablar de apoyar a Feijóo, al PP, porque –dicen- supone apoyar a Vox…, como si fuera el auténtico demonio de nuestra democracia. Una vez más, despejando balones en vez de criticar la deslealtad y ataques del independentismo, en vez de favorecer el constitucionalismo, que –en mi opinión, a medio plazo– le resultaría rentable electoralmente al PNV. Ellos sabrán, pero están participando de una locura colectiva que es una amnistía letal.

Ojalá no se llegue a aprobar la amnistía. Bastaría que unos pocos diputados del PSOE se abstuvieran.

 

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.