50 compromisos

El pacto de gobierno autonómico PP-Vox contiene 50 puntos, un programa de 50 compromisos. Sin lugar a dudas, recogen el sentir mayoritario de la sociedad valenciana, que eligió a ambos partidos el 28-M. No son, no deben ser en ningún caso, un brindis al sol primaveral, ni una lista de deseos, sino compromisos en sentido estricto, no entre dos partidos exclusivamente, sino con más de 5 millones de personas, y eso equivale a gobernar para todos, y no únicamente para los que les han votado.

Ya va siendo hora de que no se asocie la actividad política a un mercadeo permanente de promesas ilusionantes y a la vez incumplidas. Algo así como una carta a los Reyes Magos. Los 50 puntos del acuerdo de gobierno responden a promesas realizadas durante la campaña electoral, no son ninguna sorpresa. Hay coherencia entre campaña y compromisos pactados entre PP y Vox. Begoña Carrasco debe plasmarlos en Castellón.

Llama la atención que el primer capítulo se dedique a “Libertad”, clara réplica a 8 años de tripartito. El tripartito no la ha defendido, ni en la educación, ni en la cultura, ni en la lengua, con un aire totalitario: Compromís y Podemos han sido el ariete; Ximo Puig ha dejado hacer o ha disfrutado en silencio. Son partidos que quieren imponer, en una tierra que sabe mucho de lucha por la libertad. Si el tripartito no hubiera sido tan radical, sacando a la calle a los padres pidiendo libertad en la educación o quitando cuantas Cruces ha podido, podría haber continuado en la Generalitat, pero el gobierno sectario tiene una pronta fecha de caducidad en una democracia. Basta recordar la aprobación de la tasa turística, en contra del sector, en contra del PSPV –Francesc Colomer amenazando con dimitir-, y ahora leemos en el programa de PP y Vox que se eliminará, para caer en la cuenta de dónde salimos y hacia dónde vamos.

Carlos Mazón ha demostrado en la Diputación de Alicante capacidad de liderazgo, para cumplir con lo prometido y gobernando para todos, incluyendo apoyos de Compromís, ya que subrayo los 50 “compromisos”. Espero y deseo que tenga un calendario: hay aspectos fáciles de fijar en el calendario y otros que requiere analizar su paulatino cumplimiento. Compromisos sin calendario suelen acabar en la papelera, y no basta con argumentar que la auténtica rendición de cuentas es en las próximas elecciones.

Son 50 compromisos, gobierne quien gobierne en Madrid tras el 23-J. Todo apunta a relevo en la Moncloa. Reclamar a Feijóo una mejora en la financiación de la Comunidad Valenciana es uno de esos compromisos ahora firmados.

 

  • Javier Arnal Agustí es Licenciado en Derecho y periodista.
    Escribe, también, en su web personal.