Había dudas en los partidos políticos y en la sociedad sobre qué decisión tomaría el Rey para proponer la investidura como presidente del Gobierno, si Alberto Núñez Feijóo o Pedro Sánchez.
Los argumentos eran claros para tener esa duda: Feijóo ganó las elecciones pero los números no le dan, aunque solamente sea por cuatro votos para tener la mayoría absoluta. Tiene asegurados 172 (PP, Vox, UPN y CC).
En el otro lado, un Pedro Sánchez que perdió las elecciones: sin embargo, parece tener asegurada la presidencia del Gobierno, y lo tiene ya todo cerrado. Independentistas, golpistas, filoetarras y comunistas tardíos son su salvavidas una vez más. ERC, Bildu, Junts y el BNG ni siquiera han acudido a hablar a su llamada: desprecio máximo, bofetada formal y real continua a la democracia.
El Rey ha acertado al ofrecerle la investidura a Feijóo. En un comunicado de la Casa Real se razona de ese modo, eligiendo a quien ha ganado las elecciones. Ecuanimidad y lógica democrática.